Con la salida inminente del teléfono, la firma quiere que el que trabaje para la compañía cambie su unidad por una nueva con Windows Phone 7.
Una política que siguen muchas empresas y que cumplen a rajatabla los que trabajan de forma diaria por y para su empresa.
Dell tiene al menos 25.000 empleados en todo el mundo y tendrán que gastar varios millones para que todos queden satisfechos, incluso para los más fanes de Blackberry.
RIM es un fabricante que ha calado fondo en muchos de los trabajadores de Michael Dell y tendrán que aceptar esto como un regalo casi forzado.
Dell Venue Pro puede ser uno de esos smartphones que lleguen a EE.UU. en próximas semanas y puede ser inteligente dicha jugada.
El ahorro de los servidores que necesitan para que Blackberry funcione les permitiría ir cambiandolos sin perder mucho dinero a la empresa.
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